Casa Oasis Paraíso

Casa Oasis Paraíso

Donde el Oasis deja de ser un espejismo

Donde el Oasis deja de ser un espejismo

Casa Oasis Paraíso es la extensión natural de Casa Oasis Refugio. Si el interior nacía de una búsqueda emocional, el exterior se abre ahora al placer de estar y de vivir.

El punto de partida no fue sencillo. El terreno, completamente desnivelado, pedía una decisión clara: una manera de ordenar el espacio que transformara la dificultad en el inicio del diseño.

La piscina se convierte en el punto desde el que se organiza todo el exterior. La prolongación del revestimiento blanco, extendiéndose más allá del agua, guía la mirada hasta la pérgola del fondo, aportando luz y construyendo una fuga visual que da profundidad y sentido al conjunto. El espacio se revela de forma progresiva, invitando a avanzar y a permanecer.

Las palmeras forman parte de nuestro sello. Aportan presencia y carácter, y ayudan a definir y separar ambientes, integrando la naturaleza como parte esencial de esta forma de habitar el exterior.

Casa Oasis Paraíso no se concibe como un espacio exterior al uso. Es un lugar pensado para la calma, para sentir paz, tanto en compañía como en soledad. Un espacio donde la calma se percibe desde el primer instante y el tiempo parece diluirse.

El deseo de un Oasis empieza mucho antes de encontrarlo

El origen de Oasis

El origen de Oasis

Esta visión nació primero como una intuición. Antes de existir como espacio, ya estaba en nuestra cabeza: una idea muy clara de lo que debía transmitir y de cómo debía hacer sentir a quien se situara ahí. Un lugar abierto, con la mirada proyectándose hacia lo lejano, donde la naturaleza acompaña la sensación de amplitud y continuidad. De ahí nace Casa Oasis Paraíso. La piscina se concibe como un plano de agua sereno. La elección de la piedra fue clave para alcanzar ese tono verde buscado, capaz de fundir el agua con su contexto y reforzar una sensación de continuidad con el paisaje. El Buda aparece de espaldas, mirando hacia el fondo, como una presencia serena. Su posición y su silencio remiten a una paz casi espiritual, a ese equilibrio que se alcanza cuando el espacio acompaña sin forzar. La cortina, presente desde el origen, fue concebida para moverse. En ese vaivén suave, filtra la luz y aporta una calma en movimiento, como si todo avanzara a un ritmo distinto. Todo responde a esa primera idea imaginada. Un exterior donde la experiencia se vuelve esencial y el tiempo deja de marcar el paso.

Ese lugar al que siempre quieres volver

Cuando el jardín alcanza su plenitud y todo invita a quedarse

Cuando el jardín alcanza su plenitud y todo invita a quedarse

Aquí, el exterior se habita. La butaca aparece como un punto de pausa elegido, un lugar desde el que el cuerpo se acomoda y el espacio se vive sin prisa, justo en el tiempo en el que todo sucede. La platanera, en su máximo esplendor, señala ese instante en el que el paisaje se expresa con toda su fuerza. Las adelfas acompañan la llegada del verano y aportan luz al conjunto. Nada florece al azar: tanto el momento de la floración como su tono fueron elegidos para integrarse con el ambiente, aportando continuidad y una armonía cuidadosamente pensada. Una imagen que habla de disfrute cotidiano. Un exterior vivido en su plenitud, donde el placer de estar aparece sin esfuerzo.

Lo primero se sueña y después se vive. En Oasis Interiorismo te acompañamos a crearlo

Casa Oasis Paraíso gallery 1
Casa Oasis Paraíso gallery 2
Casa Oasis Paraíso gallery 3
Casa Oasis Paraíso gallery 4
Casa Oasis Paraíso gallery 5
Casa Oasis Paraíso gallery 6
Casa Oasis Paraíso gallery 7
Casa Oasis Paraíso gallery 8
Casa Oasis Paraíso inspiración